La hermandad de la pelota.

Domingo, 3.10 p.m., tribuna oriental. La adrenalina se agolpa en el pecho esperando a que el equipo del alma salte a la cancha para disputar una versión más del clásico regional. Bebo las últimas gotas de la bolsa de agua intentando amainar el sol abrazador que cubre la cancha del Atanasio, mientras examino los bancos y el túnel en busca de quienes defenderán la causa del honor en esta ocasión.Leer{+}Comentarios